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Capítulo 05.

Jimin se levantó muy temprano y estaba bastante nervioso porqué sería su primer día de trabajo en una empresa luego de mucho tiempo.

Se bañó, luego se puso un traje negro el cuál le quedaba entallado y le resaltaba la pequeña cintura que tenía, ya no estaba acostumbrado a usar traje pero debía verse formal en el trabajo.

Se preparó el desayuno y luego de comer. Fue a la habitación a cambiar a Ayla, ayer en la noche quedó con Taehyung en que antes de ir al trabajo pasaría a dejarla en su casa. Ya de ahí el rubio la llevaría a la pastelería y cuando Jimin saliera de la empresa iría directo allá para que luego regresaran juntos ya que vivían en la misma cuadra.

—¡Hoy empezaré a trabajar, amor! —la bebé sonrió como si entendiera lo que su mami le decía.

Ayla estaba acostada en la cama, Jimin metía los biberones en la pañalera.

—Sé que no nos hemos separado nunca pero debemos hacerlo por el bien de los dos. Con este nuevo empleo consiguiré el dinero que necesitamos —miró a su bebé—. Por favor no le hagas berrinches a tío Taehyung, ¿puedes ayudarme con eso? —le preguntó con una sonrisa.

La pequeña Ayla movió sus manitas en el aire, sonrió y le habló a su mami aunque no fuera ninguna palabra en realidad.

—Eres una buena niña —le dio un beso en la mejilla.

Abrigó a Ayla con dos frazadas, luego colocó la pañalera en su hombro y tomó a su bebé en sus brazos. Ya listo salió de su casa.

✧✦✧

—¿Jimin? —dijo Hyunah al ver que el castaño se acercaba a la recepción.

Pues los chismes vuelan y Hyunah se enteró por Ryeowon, ya que se hablaban mucho, sobre quien se quedó con el puesto de diseñador gráfico.

—Hola, Hyunah —dijo el ojiazul con una sonrisa al llegar.

—Me enteré que no te quedaste con el empleo, lo siento por ti, pero... ¿qué haces aquí?

—Mmm, bueno. No me quedé como diseñador gráfico pero sí como el asistente personal del director general —dijo con una sonrisa.

—¿Entonces eres tú? —Jimin asintió con la cabeza—. ¡Felicidades!

—Gracias.

—Que bueno que de todas formas te quedaste en la empresa, ahora seremos compañeros de trabajo y hasta quizás podamos ser amigos, digo si gustas.

—Claro que me gustaría ser tu amigo.

Jimin no dudó en aceptar, Hyunah era a la única que conocía ahí, a parte de Jungkook, claro. Así que sería bueno tener a una amiga con quién conversar y por qué no, hasta chismosear.

—Bueno, si ya somos amigos, ¿qué te parece sí cuando sea la hora del almuerzo comemos juntos?

—Me parece bien.

Hyunah recibió una llamada.

—Nos vemos a la hora del almuerzo.

—Claro, te dejo trabajar —empezó a avanzar hacia el elevador.

—Oye —Jimin la miró—. Bienvenido a la empresa, suerte en tu primer día.

—Gracias.

✧✦✧

Una amable mujer, de cabello negro, ojos marrones y algo mayor, se acercó a él en cuanto salió del elevador.

—Hola, buenos días. Tú debes ser el nuevo asistente del señor Jeon —dijo ella.

—Buenos días —saludó de vuelta—. Sí, lo soy, un gusto saludarla, nuevamente.

—Lo mismo digo.

Caminaron hasta donde estaba el puesto de trabajo de Ryeowon. El cuál estaba frente al despacho del director general.

—Este será tu nuevo lugar de trabajo. Velo como si fuera tu amigo fiel porque aquí es dónde pasarás mucho tiempo sentado.

Jimin lo observó un momento, era un escritorio de color negro, sobre este había una computadora y todas las cosas que suponía que iba a necesitar para su deber, la verdad era un espacio bastante lindo y ordenado.

—El director general me pidió que te llevara con el licenciado Kim para que leas y firmes el contrato.

—Está bien.

Ryeowon lo llevó a la oficina del licenciado Kim. Este le mostró su contrato y luego de que leyera que estaba siendo contratado para ser el secretario ejecutivo y asistente personal del director general, el monto que ganaría, el cuál era más de lo que imaginó, le pagarían dos sueldos: uno por ser asistente y el otro por ser secretario, y todo lo que contenía un contrato de empleo.

Jimin lo firmó sin pensarlo mucho, y ya siendo oficialmente parte de Jeon Network, el licenciado Kim le entregó su tarjeta de presentación con la cuál entraría a la empresa y a las oficinas sin necesidad de pedirle a alguien más que abriera la puerta.

Regresaron a dónde estaban al inicio.

—Dime, ¿sabes algo sobre lo que hace un asistente personal o secretaria, en este caso secretario?

—En realidad no, mi especialidad es en otra área.

Ryeowon alzó una ceja.

—Pero aprendo rápido y seré un excelente asistente para el director general —se apresuró a decir—. Enserio lo haré.

La de cabello negro sonrió.

—Bueno, el director general llegará en media hora así que antes de que llegue te podré al tanto de todo y explicaré más o menos como funciona todo aquí.

—De acuerdo, en verdad muchas gracias.

—Empecemos.

Ryeowon le mostró el despacho de Jeon, que ya conocía, luego le mostró el despacho del sub director. El cuál estaba unos metros alejado al de Jungkook, regresaron al centro del lugar y ahora la ex asistente del director le empezó a decir cómo era o mejor dicho, lo que se hacía como asistente personal.

Cosas que eran varias pero que Jimin intentaba guardar en su mente.

—¿Te quedó claro? —le preguntó, sino para volver a repetirlo.

—Su principal función es ayudar a su jefe a hacer un mejor uso de su tiempo, por ejemplo, atendiendo sus llamadas telefónicas y correo electrónico, administrando su agenda, programando sus citas, investigando y resumiendo la información pertinente para la preparación de reuniones, ¿verdad?

—Así es, también ten en cuenta que al ser su asistente personal serás como su confidente y sombra, también pasarás mucho tiempo a su lado por lo que desde ahora debes saber que sí el director tiene que ir a una reunión o evento fuera del país, o en otra ciudad, lo más probable es que irás con él.

—¡¿Qué?! —dijo sorprendido—. Vaya, no tenía idea que ser asistente personal de alguien fuera así de demandante.

—Lo sé, hijo. Muchos creen que el trabajo de asistente o secretaria es fácil pero en realidad es bastante agotador. Aunque el pago de la quincena compensa todo —le guiñó el ojo.

—Es cierto, todo sea por el dinero.

—Amén.

Ambos rieron por un corto tiempo.

Ryeowon trató de explicarle a Jimin cómo ella trabajaba con Jungkook, aunque era difícil de hacerlo al cien por cien. Después de esa pequeña charla le dijo a Jimin cuál era la contraseña de la computadora y le señaló el cajón que contenía los papeles con toda la información, que él debía tener y saber, dentro de varias carpetas. Así como la libreta con la agenda del director general.

—Yo usaba papel y lápiz, pero tú puedes llevar la agenda digitalmente así como sólo archivar los documentos en la computadora. Pero si quieres un consejo, haz ambos, ten los archivos tanto en físico como en digital. Uno nunca sabe que pueda pasar así que es bueno tener una copia de seguridad por todos lados.

—Entendido.

—De acuerdo, ahora vamos a por el tour para que te familiarices con la empresa y cuando el director te diga a dónde ir ya tendrás una idea de dónde queda.

Ryeowon le mostró a Jimin las áreas "más importantes" de la agencia, y entre comillas, ya que todas las áreas eran indispensables para el funcionamiento de la empresa pero las que le enseñó fueron:

El departamento de planning.

El departamento creativo.

El departamento financiero.

Sólo esas tres le mostró porque la hora casi terminaba y Jungkook estaba a punto de llegar. Además, ella ya tenía que irse ya que sus hijos la estaba esperando para llevarla con ellos a España.

—Espero haberte ayudado para que inicies de buena manera tu primer día aquí.

—Sus consejos y la información que me dio son muy valiosas. Estoy seguro de que me ayudarán mucho. Gracias.

—No agradezcas.

Ryeowon tomó del escritorio la caja de cartón con algunas de sus pertenencias. Miró a Jimin, el chico estaba delante de ella.

—¿Puedo pedirte un favor?

—Claro —respondió el ojiazul.

—Recuerdale a Jungkook que él es un humano y que no debe sobre explotarse tanto en el trabajo. Es muy necio y siempre te dirá: "No, porque si descanso ahora mañana tendré el doble de trabajo, pasado el triple de este y así nunca acabaré".

—Se lo recordaré cada día de ser necesario hasta que acceda y descanse. No se preocupe —contestó con una sonrisa.

Ryeowon sonrió con agradecimiento y asintió con la cabeza.

—También, tenle paciencia, algunas veces suele ser un poco enojón y muy estricto, pero eso sólo en ámbito laboral. Fuera de ello es un amor de persona.

Jimin podía confirmar eso, aunque no lo conoce muy bien, ya había visto y presenciado la amabilidad y buena persona que Jungkook era.

—Le tendré toda la paciencia del mundo.

—Bien, ya debo irme. Mucha suerte y bienvenido seas.

—Gracias y espero que a usted también le vaya bien ahora.

—Ah, una última cosa que podría ayudarte. Cuando Jungkook te pida que le lleves un café, no te estreses por buscar el mejor, a él no le interesa que sea uno de aquellos bien preparados de las cafeterías. Basta con que le hagas uno con Nescafé. O sea, café instantáneo.

—Lo tendré muy en cuenta, gracias. Por milésima vez.

Unos minutos más tarde, Jimin estaba sentado detrás de su escritorio. Veía la pantalla de la computadora y revisaba algunos archivos que ya estaban ahí, sobre las marcas a quienes la agencia le estaba realizando algunas campañas publicitarias ahora.

—Klavuu —leyó una de las marcas—. ¿Quienes son?

Buscó en google el nombre de la marca y abrió la boca con notoria sorpresa, se enteró que Klavuu era la empresa de cosméticos más importantes de todos los tiempos.

Por pura curiosidad optó por revisar el brief, el cuál era el documento escritor donde Klavuu le decía a la agencia cuáles eran los objetivos, planes y mandatarios. La agencia estaba preparando junto a Klavuu la nueva campaña publicitaria para el siguiente producto que lanzarían a la venta en el mercado y había confiado en Jeon Network para dicho anuncio.

—Mmm, si quieren reflejar que está pensando y dirigido para cualquier que quiera usarlo, sería bueno realizar un comercial donde... —dejó de hablar y negó con la cabeza—. No eres parte del área creativa, Jimin.

Cerró el archivo en la computadora. Y empezó a leer otros documentos para ponerse al tanto de las demás cosas que les correspondía saber. Luego miró la libreta que Ryeowon le dejó, revisó la agenda de Jungkook.

—Oh vaya, tiene todo el día ocupado.

—Buenos días, Jimin, por favor venga conmigo.

El ojiazul se asustó por el repentino saludo, miró hacia adelante y Jungkook ya estaba pasando a un lado de él, para llegar a su despacho.

Jimin se puso de pie inmediatamente.

—Buenos días —dijo antes de que el director general entrara a su oficina.

✧✦✧

Anotando, atendiendo llamadas, agendando citas, trayendo y llevando papeles, realizando cada cosa que se le pidiera e intentando no perderse en cada pasillo de la inmensa empresa, eso eran algunas de las tantas labores que había hecho como asistente personal y secretario ejecutivo.

—Vamos, ya llevas aquí... —miró la hora en el reloj que estaba en la pared—. ¡Tres horas!

Jimin sentía que pasaron más de tres horas, había hecho ya tantas cosas que para él parecía que llevaba trabajando más de un año. Aquel grito que dio llamó la atención de las personas que estaban caminando por el pasillo y asustó a quienes estaban a su lado, cerca de las fotocopiadoras. Al darse cuenta sonrió y se disculpó con las chicas, que al igual que él estaba sacando unas copias a algunos documentos, o bueno, ellas terminando de hacerlo.

—Disculpen una vez más por lo anterior —dijo—. ¿Podría alguna de ustedes decirme cómo funciona esto? —señaló la gran impresora y fotocopiadora que estaba delante suyo. No era como que no supiera usar una impresora, claro que sabía, pero no de esas grandes que traían muchos botones.

Las chicas miraron con disgusto a Jimin y sin responderle tomaron los papeles que habían dejado sobre la mesa de al lado y salieron del cuarto de copias. El asistente se quedó un poco consternado por lo recién ocurrido. Apenas era su primer día, llevaba poco más de tres horas ahí y ya le había caído mal a varios.

—En términos de soportar no estoy soportando este día —se dijo para si mismo—. Bueno, no importa, yo puedo hacerlo —y aunque no pudiera no tenía de otra.

Primero analizó la máquina con la mirada, observando cada botón, pero para la mala suerte de Jimin los botones no tenían el nombre de su función, sólo tenían un color distinto.

—¿Pero qué clase de maquina es esta?

—La clase de máquina que se usa para una gran empresa como esta —dijo Hyunah con una sonrisa mientras se acercaba a Jimin—. ¿Cuánto tiempo llevas intentando averiguar cómo funciona?

—No mucho.

—¿Qué es lo que quieres hacer?

—Debo sacar unas copias a estos documentos —mostró la carpeta con los papeles que tenía en la mano.

Hyunah levantó la tapa de la impresora, le pidió la carpeta y colocó unas de las hoja sobre la pantalla led, cerró la tapa y miró al chico.

—El verde es para sacar copias a color y el rojo es para sacarlas en blanco y negro —dijo antes de presionar el botón rojo—. Los demás botones dudo que los uses así que sólo recuerda las funciones del verde y el rojo.

—Lo recordaré, muchas gracias.

—No tienes nada que agradecer.

—¿Puedo preguntar qué haces aquí?

—Ouh, claro, sólo vine a dejar un paquete que le llegó al subdirector. Ya me iba cuando por casualidad volteé a ver hacia aquí y ví como las demás secretarias te ignoraban.

Jimin bajó su mirada un momento.

—Sí, no sé que les hice para que eso pasara.

—¿En verdad no sabes?

—No, que yo sepa no les he hecho nada malo.

—No es que les hayas hecho algo malo, están enojadas porque eres el asistente personal del director.

—¿Cómo?

Hyunah le devolvió la carpeta a Jimin y cerró la tapa de la impresora.

—Todas ellas esperaban ser el reemplazo de Ryeowon, querían que el director eligiera a una de ellas, pero eso no pasó. Y me alegro porque ellas sólo quieren estar al lado de Jeon porque tienen la fantasía de que al estar junto a él mucho tiempo se va a enamorar de ellas. Ya saben, tipo historia de Wattpad.

Hyunah soltó unas pequeñas risas mientras Jimin solo alzaba las cejas.

—¿Historia de Wattpad? —dijo algo confundido, no tenía idea de lo que era eso.

—Es que tienen mucha imaginación esas chicas —habló con diversión.

—Ahora entiendo porqué me miraron con disgusto y me ignoraron.

—Sí, pero no les hagas caso.

—¿Cómo no? No sólo les caigo mal, seguramente me odian por haberme metido y arruinado su sueño fantasioso —quizás estaba exagerando con lo del odio, pero él no descartaba que podría ser posible.

—Si me permites un consejo, sólo debes ignorarlas y no les pidas ayuda. Aquí me tienes a mí para cualquier duda que tengas —Jimin abrió la boca para decir algo pero Hyunah prosiguió rápidamente—. Y antes de que lo digas, aunque no lo creas sé muchas cosas y también puedo serte de ayuda. No sólo soy una recepcionista —le guiñó el ojo.

—Está bien, muchas gracias.

—Bien, ya debo irme, dejé sola la recepción —se dio la vuelta y empezó a caminar a pasos rápidos—. ¡Nos vemos para el almuerzo!

—¡Claro y gracias nuevamente!

Hyunah salió y Jimin empezó a sacar las copias a los otros documentos.

Más tarde, llegó la hora del almuerzo, todos los de la oficina fueron a la cafetería, claro, a excepción de Jungkook y Jimin quienes aún seguían en el despacho trabajando. Jungkook seguía frente a la computadora, redactando documentos mientras que Jimin hacía lo que él le había ordenado hace unos momentos, el ojiazul miraba constantemente la hora pues siempre a medio día debía checar su azúcar y cerciorarse de que estaba estable.

No quería decirle al director Jeon si le daba permiso para irse ya, pues temía que eso no fuera correcto considerando que era su primer día. Jungkook podía ver el considerable desespero de Jimin, pues de reojo veía lo inquieto que estaba y como miraba la hora varias veces en su teléfono.

Él tenía la sospecha de que estaba así por lo de su condición médica, pero si Jimin no le decía nada era porque seguramente se sentía incómodo o le daba pena hablar de ello.

—Ya puedes ir a almorzar.

—¿Cómo dice?

Jungkook apartó su mirada de la pantalla.

—Que puedes irte ya.

—¿Pero y el trabajo?

—Lo terminas cuando vengas —cerró su laptop—. Además, yo también me iré a almorzar.

Jimin sonrió levemente y asintió con la cabeza.

—De acuerdo, muchas gracias.

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